Su imagen pública es de experto en la NBA. ¿Qué equipo sería este Atlético?
Lo equipararía a Philladelphia 76ers. Tiene una afición difícil, muy expresiva, que se mete con sus jugadores a veces, que no pasa por el aro de aplaudir a las estrellas que en otro sitio sí se las aplaude. Además tiene historia, años de sequía, un presente incierto…
¿Fútbol o baloncesto?
Para estar en casa y verlo, mejor un partido de fútbol. Fuera de eventos puntuales de selecciones, el derbi ante el Real Madrid es el más grande, incluidos todos los partidos de fútbol y baloncesto que se dan en un año. Desde tres días antes lo vivo con intensidad, muevo con quién lo voy a ver, qué vamos a beber o comer, visualizo como se puede dar…
¿Qué le da esperanzas en este Atleti?
Jugadores que tienen un toque especial, como el Sergio Agüero, que están por encima del bien y del mal, son los únicos que me dan cierta esperanza respecto a que esto cambie. Usted es muy de Agüero, incluso ha confesado que para no perderle traería a Maradona de técnico.
Sí (risas). Lo que haga falta para que se quede. ¿Venderle? Nunca. Es un personaje al que hay que ligarle al Atlético de por vida.
¿Más que a Torres?
Más. Fuimos el cascarón, pero el mejor Torres se ha visto en el Liverpool y con la Selección. Sin embargo, si la CNN quiere hacer un reportaje de Kun, ¿qué imágenes va a sacar? Todas con el Atlético. Lo mejor de su carrera lo ha hecho aquí. Si hubiera que vender a más de la mitad del equipo, le mantendría a él. Agüero y diez del filial, si es necesario.
¿A qué estrella de la NBA le recuerda?
Me voy a adelantar a los acontecimientos: Kevin Durant. Es todo clase y talento, va a ser tremendo. Le vería un poco como él. Quizás también Carmelo Anthony, Chris Paul…
¿Qué tipo de Atlético le gustaría?
Uno valiente. Todo esto del contraataque o de que los últimos ídolos sean López, Tomás, Simeone… y este tipo de jugadores, no me va. A la gente joven se le puede vender un nuevo estilo que te van a comprar si éste es ganador. El mayor éxito del propio Luis Aragonés, tan atlético y tan marcado por el contragolpe, fue jugando de otra forma en la Eurocopa. ¿Por qué no va a hacerlo el Atlético de Madrid?
¿Le gusta Quique?
He visto cosas que me han gustado, quiere más posesión; también me gustaba Aguirre porque encontraba soluciones a los problemas que teníamos; vi cosas positivas también en Abel.
¿Hablaba mucho del Atlético con Andrés Montes?
Hablábamos mucho de fútbol. Él era más enfermo que yo para ver todo.
¿Él también era exigente para su Atlético?
Era un seguidor atípico. Vivió en los 70 ese mejor Atlético. Creo, aunque no lo hablé con él, que se acercó al Atlético por identificación con lo del 'vecino pobre', que tenía un poco reflejo en su vida en Madrid, en su niñez.
¿Cómo ve el cambio de estadio?
Si supiera que va a servir para mejorar el aspecto deportivo no tendría ningún problema. No soy muy romántico, creo que hay que modernizarse, pero es que no me creo que se vayan a utilizar hipotéticos nuevos recursos para mejorar. No he visto nada en los últimos 23 años que lo avale.
¿De dónde le viene su afición por el Atlético?
Con cuatro años ya era del Atlético y tengo fotos que así lo demuestran. Me hice por Ayala, me llamaría la atención algún partido, su aspecto físico con esa melena, el 11 a la espalda… Luego seguí al equipo muy intensamente, Rubio, Rubén Cano… me gustaban mucho los centrocampistas, Landáburu, esos goles de córner que metía...
¿Cómo recuerda el 'Doblete'?
Empezaba a trabajar de madrugada... Lo disfruté muchísimo a pesar de que notaba que, lo que yo llamo el 'Panmadridismo' trató de infravalorarlo. El mejor año de mi vida como seguidor.
Eso queda lejos…
Hoy en día es muy difícil ser del Atlético, no ya por el presente, que es malo, sino porque la ilusión a medio plazo no existe.
No se le ve muy optimista…
Un proyecto sería una solución pero no hay condiciones para plantearlo. La realidad es que, el Atlético, en los últimos 23 años ha tenido más entrenadores que en el Liverpool en toda su historia. Hasta el año 87, uno de cada cuatro años estaba entre los dos primeros de Liga o jugaba una final de Copa.
¿Hacia dónde apunta?
Hay jugadores, entrenadores y directores deportivos, que antes y después de pasar por el Atlético han rendido más y mejor que aquí. Es una cuestión más profunda, estructural del club.
¿La gestión?
A mí lo que me extraña es que un club con esta historia, tan poco prolífico en títulos en estos años y si, como nos cuentan, es tan ruinoso, no cambie de manos. No entiendo cómo los dueños no hacen lo imposible por deshacerse de él.
A lo mejor no hay interesados…
Creo que sí. Soy optimista respecto al poder social de este club. Sé por mi trabajo que el Atleti es el tercer club con diferencia en cuanto a recaudación. En Madrid y en toda España hay un apoyo, que me parece un milagro. Algo se podría hacer.
¿Se ha perdido el espíritu del Atleti del que usted se hizo aficionado?
Yo me hice de este equipo pensando que era uno de los grandes. En la manera que se ha ido reaccionando a los problemas no ha sido la más positiva. Uno de mis jefes decía que Dios es del Real Madrid e incluso yo me lo creí. Decía que cuando juegan los blancos todo era bonito y que cuando juega el Atleti todo es feo… En una ciudad en la que es tan difícil lidiar con eso, el rojiblanco tiene que demostrar cierto orgullo para imponer una historia, un sentimiento, una forma de entender el fútbol. Durante este tiempo ha faltado eso. Se ha alimentado el victimismo, incluso desde el propio club con sus campañas, y eso al final ha creado una psicosis que se ve en el aficionado y el jugador.
¿Cómo se le explica a un extraño que no se arroja la toalla?
A cierta edad uno ya no cambia. Cuando se bajó atravesé una crisis. No porque descendiésemos, sino por cómo se reaccionó. No se hicieron bien las cosas y aún así se doblaron los abonados. En la vida todo tiene un límite, hay que exigir responsabilidades.
¿Qué le gustaría contar del Atlético de aquí a 10 años?
Me gustaría contar que hubo un movimiento social que hizo que la propiedad del Atlético se repartiera entre miles de aficionados.
Su frase sobre el Atlético en la página de 'Twitter'.
El Atlético engaña a mis ojos, por lo menos una vez por semana