sta liga a dos o escocesa o bipolar o como la quieran llamar tiene fecha de caducidad. No sé si esa fecha está escrita en la tapadera de una Liga Europea en la que jueguen el Real Madrid y el Barcelona junto a los grandes equipos de otras ligas de la UE o estará escrita en el fondo del envase que sostiene a la actual liga española, pero sé que está escrita de forma indeleble.
Porque no creo que dure muchas temporadas más una liga española en la que todo se decida en los dos partidos que jueguen Real Madrid y Barcelona y que los demás equipos vivan para ser vapuleados por ellos. Esa es una situación explosiva y, como dirían los clásicos, “nihil violentum durabile”. Nada que es violento es duradero.
Tengo la sensación, mejor, tengo la certeza de que algo se está moviendo ya contra esa situación. Porque ya se habla de buscar soluciones alternativas. Y sé que el Villarreal y el Sevilla acaudillan la rebelión. Y me cuentan que están pensando, seriamente, jugar con juveniles los partidos que les toquen contra el Madrid y el Barcelona. Con los profesionales que obligue la ley y, el resto del equipo, con juveniles. Para que les goleen a placer. Para que les metan, como poco, media docena de goles y se diviertan y para que, de paso, las televisiones comprueben la audiencia que pueden tener esos partidos. Por supuesto, el resto de los partidos los jugarían de poder a poder. Como siempre.
No sé si será esta la medida que tomarán u otra parecida. Pero algo harán. Porque, además, cuentan con el altavoz de unas radios cabreadas y eso no pueden dejarlo pasar.
Porque no creo que dure muchas temporadas más una liga española en la que todo se decida en los dos partidos que jueguen Real Madrid y Barcelona y que los demás equipos vivan para ser vapuleados por ellos. Esa es una situación explosiva y, como dirían los clásicos, “nihil violentum durabile”. Nada que es violento es duradero.
Tengo la sensación, mejor, tengo la certeza de que algo se está moviendo ya contra esa situación. Porque ya se habla de buscar soluciones alternativas. Y sé que el Villarreal y el Sevilla acaudillan la rebelión. Y me cuentan que están pensando, seriamente, jugar con juveniles los partidos que les toquen contra el Madrid y el Barcelona. Con los profesionales que obligue la ley y, el resto del equipo, con juveniles. Para que les goleen a placer. Para que les metan, como poco, media docena de goles y se diviertan y para que, de paso, las televisiones comprueben la audiencia que pueden tener esos partidos. Por supuesto, el resto de los partidos los jugarían de poder a poder. Como siempre.
No sé si será esta la medida que tomarán u otra parecida. Pero algo harán. Porque, además, cuentan con el altavoz de unas radios cabreadas y eso no pueden dejarlo pasar.