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Llegó el momento. Nos mira el mundo. España es la última de las favoritas en salir a escena (16:00 horas, Durban, frente a Suiza)
. En Eurovisión esto da votos. Aquí también, en cierto modo. La
impresión, de ser buena, confirmará el temor ajeno. Porque nos temen,
otra novedad. Y conviene jugar con eso. Igual que otros asustan con
cañonazos, nosotros lo hacemos con tiqui-tacas. Al quinto rondo pedirán clemencia. Seamos despiadados.
El rival es Suiza
, 24ª selección mundial. Nada la hace parecer peligrosa, ni la historia
ni el presente. Tampoco el apodo: la Nati (diminutivo de
Nationalmannschaft). Ahí radica el peligro. Se declaran tan sumisamente
inferiores que el primer impulso es sospechar. Grichting, uno de los centrales, ha declarado que contra España perderían ocho partidos de cada diez. Hitzfeld,
el entrenador, ha admitido que defenderán con nueve y que para
contrarrestar el juego español se han entrenado en "perímetros
reducidos" (quizá bañeras, armarios, ascensores).
Daría la impresión de que el deporte suizo quedó exhausto tras dar a luz a Blatter y Federer. Existe, puestos a ser altivos, la tentación de compartir el cinismo de Harry Lime, aquel personaje de El Tercer Hombre interpretado por Orson Welles que decía que en 500 años de amor, paz y democracia Suiza sólo ha aportado el reloj de cuco.
Mestizaje.
Pero no conviene fiarse. Esta selección Suiza que tenemos por
neutral y neutra está tramando algo, aunque todavía no lo tenga listo.
Así se explicaría el campeonato de Europa Sub-20 en 2002 y el vigente
campeonato mundial sub 17. A partir del mestizaje natural de la
sociedad suiza se está construyendo un equipo que ya reúne al
caboverdiano Gelson, al kosovar Shaqiri, al congoleño Nkufo y a los jugadores de origen turco Yakin, Inler y Derdiyok. El yugoslavo Behrami será baja, al igual que Frei,
delantero referencia y, últimamente, señor gafado: primero se rompió un
brazo y luego, antes de llegar a Sudáfrica, se torció un tobillo.
De España, qué decir. Hasta los glóbulos rojos la acompañan: después de entrenarse en los 1.500 metros de Potchesfstroom hoy jugará en la costera Durban . Sólo queda por despejar la duda de Iniesta, al que Del Bosque dio por titular el lunes y ayer no confirmó. De causar baja, Mata se
perfila como el relevo, si bien el seleccionador dejó abierta cualquier
posibilidad recitando todos los nombres del banquillo.
Fernando Torres estará entre ellos. Y junto a él la versión más británica del equipo (Cesc , Navas , Javi Martínez ...), esa que amenaza con pervertir la filosofía del toque si juega de inicio, pero que resulta mortal como refuerzo.
Si no hay sorpresas, España jugará hoy con siete de los futbolistas que disputaron la final de la Eurocopa: Casillas , Ramos , Puyol , Capdevila , Xavi , Iniesta y Silva . Busquets , Xabi Alonso y Villa jugarán por Senna, Cesc y Torres. El cambio de cromos da para una tertulia sobre ganancias y pérdidas.
Siguiendo con la Eurocopa, no viene mal recordar que España comenzó
aquel torneo goleando a Rusia (4-1) y con victorias frente a Suecia
(2-1) y Grecia (2-1) que nos dieron más alegrías que razones para
soñar. Fue la lesión de Villa y el cambio de sistema (un delantero y
concentración de centrocampistas) lo que nos hizo especiales e
imprevisibles. No está de más tenerlo presente.
Paciencia.
La paciencia es el siguiente consejo. Suiza no miente cuando anuncia un cerrojo, mecanismo más sencillo que el reloj de cuco. Hitzfeld ha variado el esquema para poblar el mediocampo y Nkufo (1,86, Twente) será un náufrago entre nuestros centrales.
Lo dicho. Llegó el momento. Será en el estadio Moses Mabhida (leyenda del partido comunista sudafricano), cielo nublado, tal vez lluvia, 19º. Buen día para conquistar el mundo.
. En Eurovisión esto da votos. Aquí también, en cierto modo. La
impresión, de ser buena, confirmará el temor ajeno. Porque nos temen,
otra novedad. Y conviene jugar con eso. Igual que otros asustan con
cañonazos, nosotros lo hacemos con tiqui-tacas. Al quinto rondo pedirán clemencia. Seamos despiadados.
El rival es Suiza
, 24ª selección mundial. Nada la hace parecer peligrosa, ni la historia
ni el presente. Tampoco el apodo: la Nati (diminutivo de
Nationalmannschaft). Ahí radica el peligro. Se declaran tan sumisamente
inferiores que el primer impulso es sospechar. Grichting, uno de los centrales, ha declarado que contra España perderían ocho partidos de cada diez. Hitzfeld,
el entrenador, ha admitido que defenderán con nueve y que para
contrarrestar el juego español se han entrenado en "perímetros
reducidos" (quizá bañeras, armarios, ascensores).
Daría la impresión de que el deporte suizo quedó exhausto tras dar a luz a Blatter y Federer. Existe, puestos a ser altivos, la tentación de compartir el cinismo de Harry Lime, aquel personaje de El Tercer Hombre interpretado por Orson Welles que decía que en 500 años de amor, paz y democracia Suiza sólo ha aportado el reloj de cuco.
Mestizaje.
Pero no conviene fiarse. Esta selección Suiza que tenemos por
neutral y neutra está tramando algo, aunque todavía no lo tenga listo.
Así se explicaría el campeonato de Europa Sub-20 en 2002 y el vigente
campeonato mundial sub 17. A partir del mestizaje natural de la
sociedad suiza se está construyendo un equipo que ya reúne al
caboverdiano Gelson, al kosovar Shaqiri, al congoleño Nkufo y a los jugadores de origen turco Yakin, Inler y Derdiyok. El yugoslavo Behrami será baja, al igual que Frei,
delantero referencia y, últimamente, señor gafado: primero se rompió un
brazo y luego, antes de llegar a Sudáfrica, se torció un tobillo.
De España, qué decir. Hasta los glóbulos rojos la acompañan: después de entrenarse en los 1.500 metros de Potchesfstroom hoy jugará en la costera Durban . Sólo queda por despejar la duda de Iniesta, al que Del Bosque dio por titular el lunes y ayer no confirmó. De causar baja, Mata se
perfila como el relevo, si bien el seleccionador dejó abierta cualquier
posibilidad recitando todos los nombres del banquillo.
Fernando Torres estará entre ellos. Y junto a él la versión más británica del equipo (Cesc , Navas , Javi Martínez ...), esa que amenaza con pervertir la filosofía del toque si juega de inicio, pero que resulta mortal como refuerzo.
Si no hay sorpresas, España jugará hoy con siete de los futbolistas que disputaron la final de la Eurocopa: Casillas , Ramos , Puyol , Capdevila , Xavi , Iniesta y Silva . Busquets , Xabi Alonso y Villa jugarán por Senna, Cesc y Torres. El cambio de cromos da para una tertulia sobre ganancias y pérdidas.
Siguiendo con la Eurocopa, no viene mal recordar que España comenzó
aquel torneo goleando a Rusia (4-1) y con victorias frente a Suecia
(2-1) y Grecia (2-1) que nos dieron más alegrías que razones para
soñar. Fue la lesión de Villa y el cambio de sistema (un delantero y
concentración de centrocampistas) lo que nos hizo especiales e
imprevisibles. No está de más tenerlo presente.
Paciencia.
La paciencia es el siguiente consejo. Suiza no miente cuando anuncia un cerrojo, mecanismo más sencillo que el reloj de cuco. Hitzfeld ha variado el esquema para poblar el mediocampo y Nkufo (1,86, Twente) será un náufrago entre nuestros centrales.
Lo dicho. Llegó el momento. Será en el estadio Moses Mabhida (leyenda del partido comunista sudafricano), cielo nublado, tal vez lluvia, 19º. Buen día para conquistar el mundo.
