García Pitarch acepta rebajarse el sueldo a la mitad para seguir en el Atlético
La crisis azota todos los sectores de la economía y los clubes de
fútbol preparan los presupuestos de la próxima temporada recortando
gastos. El Atlético de Madrid ya ha anunciado una reducción
presupuestaria y dentro de esos ajustes entran que algunos empleados
deberán rebajarse el sueldo. Es el caso de Jesús García Pitarch,
director deportivo, a quien Miguel Angel Gil Marín le ha ofrecido la
posibilidad de continuar en su cargo con la condición de que rebajase
sus emolumentos a la mitad. Pitarch ha aceptado la propuesta y está
dispuesto a seguir en su cargo con la mitad de su sueldo actual. Pero
aún así, la continuidad de Pitarch en su cargo de director deportivo no
está garantizada porque debe ser votada por el Consejo de
Administración del Atlético de Madrid.
Varios consejeros del
Atlético no coinciden con la opinión de Miguel Angel Gil y prefieren
prescindir del actual director deportivo para cambiar la política
deportiva y se presume que votarían mayoritariamente en contra de la
continuidad de Jesús García Pitarch como responsable de la dirección
deportiva. Consideran que Pitarch ha cometido errores de bulto como los
fichajes de Fabiano Eller y Cleber Santana, hace dos temporadas, o la
contratación de Heitinga, sobre todo por el precio pagado (10 millones
de euros) que no ha sido rentable con su rendimiento. Consideran que
fichar a Simao y a Forlán por más de 20 millones de euros no es mérito
del director deportivo. También reprochan a Pitarch que no haya tirado
de la cantera, llegando incluso a querer sacar del club a Camacho, el
único que había cuajado del filial la pasada campaña. Y sostienen que
la plantilla no está compensada y que le sigue faltando un jugador que
haga jugar al equipo.
En caso de no seguir García Pitarch,
suenan los nombres de los ex jugadores rojiblancos Juanma López,
Superlópez, y de José Luis Pérez Caminero para ocupar el puesto de
director deportivo. Cuando se fichó a García Pitarch, los dirigentes
del Atlético aseguraron que el hecho de tener un director deportivo con
pasado atlético no garantizaba el éxito en su labor, pero se ha
demostrado que con la presencia de un técnico que desconoce
absolutamente lo que significa el Sentimiento Atlético y la
idiosincrasia colchonera tampoco se garantiza el éxito, más bien al
contrario, principalmente porque no aprieta a la plantilla con la
exigencia que supone conocer los gustos de la masa social rojiblanca y
configura un plantel con jugadores que no conocen ni sienten ni
respetan la camiseta ni el escudo que llevan en el pecho.
Los
dirigentes del Atlético se marcaron como objetivo aislar el Sentimiento
Atlético en su gestión porque lo consideraban pernicioso y han
comprobado que es un error mayúsculo. La reacción de los 25.000
aficionados que acudieron el domingo al Vicente Calderón, que pasó de
la indignación, con protestas continuas al palco, al cachondeo
generalizado con equipo –con una crueldad inusitada con Mariano Pernía,
un jugador que quizás no debía nunca haber sido fichado por el
Atlético, pero que es un profesional que se entrena y se entrega al
máximo- demuestra que los seguidores colchoneros se han hartado ya de
sus dirigentes. A tenor de lo que comentan en privado, da la sensación
de que los dueños del equipo colchonero no han captado el mensaje de
indignación y consideran que los críticos, muy numerosos y no un
pequeño sector, cambiarán de opinión si el Atlético gana al Betis la
próxima jornada. ¿Tendrán razón?
La crisis azota todos los sectores de la economía y los clubes de
fútbol preparan los presupuestos de la próxima temporada recortando
gastos. El Atlético de Madrid ya ha anunciado una reducción
presupuestaria y dentro de esos ajustes entran que algunos empleados
deberán rebajarse el sueldo. Es el caso de Jesús García Pitarch,
director deportivo, a quien Miguel Angel Gil Marín le ha ofrecido la
posibilidad de continuar en su cargo con la condición de que rebajase
sus emolumentos a la mitad. Pitarch ha aceptado la propuesta y está
dispuesto a seguir en su cargo con la mitad de su sueldo actual. Pero
aún así, la continuidad de Pitarch en su cargo de director deportivo no
está garantizada porque debe ser votada por el Consejo de
Administración del Atlético de Madrid.
Varios consejeros del
Atlético no coinciden con la opinión de Miguel Angel Gil y prefieren
prescindir del actual director deportivo para cambiar la política
deportiva y se presume que votarían mayoritariamente en contra de la
continuidad de Jesús García Pitarch como responsable de la dirección
deportiva. Consideran que Pitarch ha cometido errores de bulto como los
fichajes de Fabiano Eller y Cleber Santana, hace dos temporadas, o la
contratación de Heitinga, sobre todo por el precio pagado (10 millones
de euros) que no ha sido rentable con su rendimiento. Consideran que
fichar a Simao y a Forlán por más de 20 millones de euros no es mérito
del director deportivo. También reprochan a Pitarch que no haya tirado
de la cantera, llegando incluso a querer sacar del club a Camacho, el
único que había cuajado del filial la pasada campaña. Y sostienen que
la plantilla no está compensada y que le sigue faltando un jugador que
haga jugar al equipo.
En caso de no seguir García Pitarch,
suenan los nombres de los ex jugadores rojiblancos Juanma López,
Superlópez, y de José Luis Pérez Caminero para ocupar el puesto de
director deportivo. Cuando se fichó a García Pitarch, los dirigentes
del Atlético aseguraron que el hecho de tener un director deportivo con
pasado atlético no garantizaba el éxito en su labor, pero se ha
demostrado que con la presencia de un técnico que desconoce
absolutamente lo que significa el Sentimiento Atlético y la
idiosincrasia colchonera tampoco se garantiza el éxito, más bien al
contrario, principalmente porque no aprieta a la plantilla con la
exigencia que supone conocer los gustos de la masa social rojiblanca y
configura un plantel con jugadores que no conocen ni sienten ni
respetan la camiseta ni el escudo que llevan en el pecho.
Los
dirigentes del Atlético se marcaron como objetivo aislar el Sentimiento
Atlético en su gestión porque lo consideraban pernicioso y han
comprobado que es un error mayúsculo. La reacción de los 25.000
aficionados que acudieron el domingo al Vicente Calderón, que pasó de
la indignación, con protestas continuas al palco, al cachondeo
generalizado con equipo –con una crueldad inusitada con Mariano Pernía,
un jugador que quizás no debía nunca haber sido fichado por el
Atlético, pero que es un profesional que se entrena y se entrega al
máximo- demuestra que los seguidores colchoneros se han hartado ya de
sus dirigentes. A tenor de lo que comentan en privado, da la sensación
de que los dueños del equipo colchonero no han captado el mensaje de
indignación y consideran que los críticos, muy numerosos y no un
pequeño sector, cambiarán de opinión si el Atlético gana al Betis la
próxima jornada. ¿Tendrán razón?